


Para aumentar el tamaño del túnel carpiano, la alternativa más admitida habitualmente es seccionar el ligamento transverso del carpo; el cual cicatrizará luego de modo distendido aumentando así la dimensión del túnel carpiano. El espacio liberado permite eliminar inmediatamente la compresión del nervio mediano.
Para exponer este ligamento a cielo abierto, durante mucho tiempo se practicó en primer lugar y de manera exclusiva una vía directa sobre el ligamento. Llamada "clásica", esta técnica que lesiona la piel del talón de la mano, genera una cicatriz importante y mal situada que, conjugada con una cicatrización en masa de la piel, de la aponevrosis y del ligamento, es responsable de la persistencia de una molestia, a veces durable, de la palma de la mano.
Hoy en día, técnicas llamadas "mínimamente invasivas" (mini-open y endoscópica) permiten realizar este gesto por una incisión limitada. Tienen la ventaja de no estropear los tejidos subcutáneos de la palma de la mano y de disminuir los inconvenientes (dolor, falta de fuerza), mejorando la recuperación postoperatoria del paciente.
El desarrollo de estas técnicas tiende a hacer una cicatriz cada vez más pequeña en una zona cada vez menos sensible.
Durante esta operación relativamente corta, de 10 a 20 minutos según la técnica empleada, el paciente está tumbado boca arriba, bajo anestesia, con un garrote puesto para evitar el flujo de sangre en la zona operatoria.