


Se observa una desaparición espontánea de los síntomas casí en el 20 % de los casos. Ningún examen permite predecir esta curación espontánea, es la razón por la cual ante un STC principiante, la ausencia de un elemento de gravedad permite optar por un tratamiento no quirúrgico.
La primera de las medidas que hay que tomar es disminuir la exposición a los factores que acarrean el STC: tareas repetitivas, exposición a las vibraciones, la ergonomía del puesto de trabajo (ex. Posición de las manos con relación a un teclado)…
Lo mismo cuando el STC sobreviene en la menguante de otra patología (diabetes, problemas tiroideos, poliartritis reumatoide), el tratamiento de la causa es una condición previa indispensable.
En los primeros síntomas del STC y después de los exámenes complementarios, a veces se inicia un tratamiento médico. Consiste en recetar el uso de un inmovilizador de muñeca por la noche, asociado con la toma regular de antiinflamatorios.
El uso de un inmovilizador de muñeca permite mantenerla en posición favorable para el nervio mediano y la toma de antiinflamatorios reduce la inflamación en las vainas de los flexores.
Este tratamiento por inmovilizador de muñeca permite aliviar los síntomas pero no suele ser suficiente en la curación. Su eficacia terapéutica generalmente se extiende durante un mes después de quitarse el inmovilizador de muñeca. Es frecuente que los pacientes consideren muy molesto el uso nocturno de la férula y renuncien rápidamente a este tratamiento.
En caso de crisis hiperálgica (dolores) la toma de corticoides por vía oral durante un período corto puede ser eficaz, no se trata en ningún caso de un tratamiento a largo plazo.
Por si estos tratamientos no son efecientes, o a veces de entrada, se puede proponer una infiltración de corticoides.